Negra noche con la luna como único faro… Es día de aquelarre en mi
lugar favorito: el claro cubierto de enredaderas que se encuentra pasando la
zona más tenebrosa del bosque; fue ahí donde la conocí… amante de los gatos y
los objetos bizarros.
Transcurrió la noche y las necesidades fisiológicas producto del
licor aparecieron… una cueva a las afueras del bosque fue lo que encontramos, y
con ella una extraña planta de la cual solo rumores habían llegado a nuestros
oídos; su forma, su olor, su flor, todo nos atraía.
Alguien alguna vez había dicho que al fumarla, algunas mujeres de
la sierra habían logrado volar… era la oportunidad para aclarar esa leyenda.
Mientras explorábamos la zona encontré un pequeño carrizo seco,
que más tarde utilizamos como pipa … La cueva resulto ser una madriguera de
conejos, una muy amplia y prácticamente deshabitada; un conejo de mirada profunda, último
sobreviviente de la conejera y un gato tuerto y elegante, refugiado en una de
las entradas de la cueva, eran los únicos habitantes de aquel lugar.
El lugar era de ensueño:
una madriguera dividida en 2 cuevas conectadas, incrustada en una colina
coronada por una majestuosa parota y con una fértil pradera a sus pies … desde
ahí se podía ver el mar, el boque y el volcán.
Habíamos encontrado el lugar perfecto para vivir: La colina.
